A lo largo de la historia, los sistemas mecanizados para la producción de concreto u hormigón fueron a través de elementos parecidos a recipientes circulares u ollas en donde a base de girar, se permitía que los materiales que integran el concreto se fueran amasando entre sí.
Este sistema evolucionó hacia las actuales mezcladoras tradicionales, comúnmente montadas sobre camiones. Sin embargo, hoy en día, las mezcladoras de concreto móviles representan una revolución: permiten producir concreto en sitio, evitando el uso de aditivos excesivos y garantizando frescura y calidad en la obra.
Esta tecnología ha sido clave ante el crecimiento de las ciudades y la densificación urbana, que dificultan el transporte del concreto en forma convencional. En este contexto, las máquinas de concreto continuo o plantas dosificadoras móviles permiten ahorrar costos, ganar eficiencia y operar con mayor flexibilidad.
Estas ventajas hacen que los equipos móviles de mezclado continuo de concreto sean la mejor alternativa, incluso para negocios a largo plazo. En muchos países, la participación de mercado de estos equipos crece día a día. Empresas constructoras y emprendedores ya comprueban sus beneficios con concreteras móviles para producción en sitio.
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